LEYENDA DE LA PLAZA DE LA HIERBA
Corría el año 1531 cuando en la iglesia de Santa María, la hermandad de los Hijosdalgos celebraba su reunión habitual.
Saltándose el protocolo y la sesión del día, Diego de Mazariegos, un joven inconsciente y atrevido, comenzó a mercadear con sus bueyes y vacas.
Al ser reprendido por uno de los consorcios ya anciano, don Diego, haciendo alarde de su mayor linaje y nobleza, le cogió el bastón y se lió a golpes con él.
El anciano Francisco de Monsalve hace llegar una carta a su hijo don Diego de Monsalve, que se encontraba fuera de España, contándole todo lo acontecido.
Éste al recibirla promete lavar la deshonra de la que ha sido víctima su padre.